En la gasolinera de Campanillas hemos quedado, me dijeron, y no me engañaban, habían quedado todos mis amigos para darme una sorpresa, un fin de semana en una casa rural con fiesta de cumpleaños incluida para mi primo y para mí.
Comida, bebida, risas, buena compañía, piscina, muchas moscas también jaja (pero eso es el campo), y sobre todo rodeado de mis amigos, que es lo mejor que hay en el mundo, poder pasar un fin de semana rodeado de ellos.
Tal y como comentamos los homenajeados aquí, lo menos que puedo hacer es dar las gracias a todos por ser como soís.
¡¡OS QUIERO!!
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